... Aunque sean solo por un fín de semana.
Ne, espero que cuando leas esto ya estés lo suficientemente lejos como para no cambiar de idea y regresar.
La verdad es que la idea de que te marches 4 días lejos de mi no me hace demasiada gracia, pero se te veía feliz mientras hacías la maleta, mientras subías al tren, mientras te despedías de mi con la mano por el cristal.
Se que últimamente he estado agobiándote bastante con todos mis problemas, lo siento, era lo que menos pretendía.
Por eso creo que es bueno que te tomes estos días de descanso, te reencuentres con viejos amigos, y demás.
No tienes que preocuparte por mi, ni por los niños tampoco. Te prometo que los 4 estaremos bien.
Aunque seguro que en cuanto vean que no vas a por ellos a la guardería empezarán a preguntar donde estás y echarte de menos.
Ganbatte en esa prueba tan importante que tienes, estaré apoyándote desde aquí, y ya te dije que te dejaría mensajes siempre que pueda, mañana, tarde y noche...
¿Sabes? Esta mañana hacía demasiado frío...
Es cómo si realmente el mundo supiera que vamos a estar separados durante unos días y él mismo hubiera querido congelarse y detenerse.
Estaré esperando tu regreso, siempre, vayas a donde vayas.
Disfruta de estos días...
Hoshieyo...
Esta noche, mientras te veía descansar entre mis brazos, estuve pensando en lo que te dije.
"Eres la única persona con la que puedo ser cariño o atento".
La abrumadora realidad.
Si conocieras al Yusuke del trabajo, si preguntaras a los miembros del staff, a mi jefe o incluso a los compañeros con los que apenas tengo relación, te dirían que soy frío, que siempre estoy con la cabeza en cualquier otro lado, pero sorprendentemente siempre estoy al día de todo.
Lo doy todo en las grabaciones o las pasarelas. En los programas, las entrevistas... Pero sólo es trabajo.
Si quisieras conocer a Yusuke con sus amigos, probablemente te dirían que soy un tipo serio, que no tengo sentido del humor y siempre soy quién mantiene a los demás con los pies en la tierra.
A pesar de eso, te dirían que soy un buen tío, que se entrega en todo lo que hace, pero soy demasiado callado y reservado.
El Yusuke en familia es distante, le gusta formar parte de un núcleo al que regresar cuando se siente herido, pero también es muy individualista e independiente.
Nunca ha confesado sus temores a nadie, ni sus alegrías o sus recompensas.
Siempre ha guardado todos esos detalles para sí. Nunca ha dado mayor importancia a los logros, ni ha dejado de esforzarse un solo instante para conseguir lo que quería.
Pero realmente, solo es un muro de defensa.
Es verdad, no es timidez, es protección y miedo al rechazo, cómo cuando era pequeño.
Sin embargo, cuando te conocí, sin que hubiera ninguna razón aparente, todas mis defensas se vinieron a bajo.
Todavía hoy no se cómo lo haces. Ni siquiera yo conocía al Yusuke cariñoso, al atento, al bromista.
Es casi como un instinto natural.
Despiertas en mi ese sentimiento de protección tanto físico como emocional.
Si alguien consiguiera hacerte daño, me sentiría culpable.
Si no consiguieras ser completamente feliz, sería mi culpa.
Si tus sonrisas no iluminaran mis mañanas, no se cómo sobreviviría.
Cuando te noto cerca, cuando distingo tu calor entre el de la gente, cuando reconozco tu aroma... solamente tú has conseguido domarme de este modo.
Yo ni siquiera la comprendo.
"Eres la única persona con la que puedo ser cariño o atento".
La abrumadora realidad.
Si conocieras al Yusuke del trabajo, si preguntaras a los miembros del staff, a mi jefe o incluso a los compañeros con los que apenas tengo relación, te dirían que soy frío, que siempre estoy con la cabeza en cualquier otro lado, pero sorprendentemente siempre estoy al día de todo.
Lo doy todo en las grabaciones o las pasarelas. En los programas, las entrevistas... Pero sólo es trabajo.
Si quisieras conocer a Yusuke con sus amigos, probablemente te dirían que soy un tipo serio, que no tengo sentido del humor y siempre soy quién mantiene a los demás con los pies en la tierra.
A pesar de eso, te dirían que soy un buen tío, que se entrega en todo lo que hace, pero soy demasiado callado y reservado.
El Yusuke en familia es distante, le gusta formar parte de un núcleo al que regresar cuando se siente herido, pero también es muy individualista e independiente.
Nunca ha confesado sus temores a nadie, ni sus alegrías o sus recompensas.
Siempre ha guardado todos esos detalles para sí. Nunca ha dado mayor importancia a los logros, ni ha dejado de esforzarse un solo instante para conseguir lo que quería.
Pero realmente, solo es un muro de defensa.
Es verdad, no es timidez, es protección y miedo al rechazo, cómo cuando era pequeño.
Sin embargo, cuando te conocí, sin que hubiera ninguna razón aparente, todas mis defensas se vinieron a bajo.
Todavía hoy no se cómo lo haces. Ni siquiera yo conocía al Yusuke cariñoso, al atento, al bromista.
Es casi como un instinto natural.
Despiertas en mi ese sentimiento de protección tanto físico como emocional.
Si alguien consiguiera hacerte daño, me sentiría culpable.
Si no consiguieras ser completamente feliz, sería mi culpa.
Si tus sonrisas no iluminaran mis mañanas, no se cómo sobreviviría.
Cuando te noto cerca, cuando distingo tu calor entre el de la gente, cuando reconozco tu aroma... solamente tú has conseguido domarme de este modo.
Yo ni siquiera la comprendo.
... Una clase de secundaria como cualquier otra.
Nuestros personajes principales son dos:
El primero de ellos, siempre callado en su pupitre, tímido y distante.
El segundo... Un don nadie que quería ser alguien a base de intentar caer bien a los demás intentando ser gracioso sin serlo.
Un día, el chico abierto le hizo una broma al tímido, y ante la sorpresa de éste, el chico tímido rió, correspondiendo a su broma con naturalidad, no como el resto de chicos de su clase. Sorprendido se dio cuenta de que aquel chico tímido era diferente, pero se encontró con la situación de que el resto de chicos, más populares, se metían con él por juntarse con "el rarito"
Se apartó de él por miedo y cobardía, aunque sentía curiosidad. Cada día más.
Un día les tocó limpieza tras la clase a los dos juntos y el chico abierto se presentó, con lo que el otro chico respondió con una tímida reverencia...
No conforme con esto, el chico abierto siguió intentando hablar con él, hasta que consiguió que el chico tímido se soltara. Sólo necesitaba alguien que le escuchara. No era timidez, era miedo al rechazo.
Una mañana, al llegar a clase, el chico tímido se encontró en el cajón de su pupitre una pulsera, hecha a mano. Una pulsera sin nombre y sin razón. Pero él sabía de quien era, sonrió mirándole, siendo esa su única muestra de agradecimiento aparente.
Alguien entonces le pasó un trozo de cuaderno al chico abierto... Donde solo aparecía lo siguente:
Nuestros personajes principales son dos:
El primero de ellos, siempre callado en su pupitre, tímido y distante.
El segundo... Un don nadie que quería ser alguien a base de intentar caer bien a los demás intentando ser gracioso sin serlo.
Un día, el chico abierto le hizo una broma al tímido, y ante la sorpresa de éste, el chico tímido rió, correspondiendo a su broma con naturalidad, no como el resto de chicos de su clase. Sorprendido se dio cuenta de que aquel chico tímido era diferente, pero se encontró con la situación de que el resto de chicos, más populares, se metían con él por juntarse con "el rarito"
Se apartó de él por miedo y cobardía, aunque sentía curiosidad. Cada día más.
Un día les tocó limpieza tras la clase a los dos juntos y el chico abierto se presentó, con lo que el otro chico respondió con una tímida reverencia...
No conforme con esto, el chico abierto siguió intentando hablar con él, hasta que consiguió que el chico tímido se soltara. Sólo necesitaba alguien que le escuchara. No era timidez, era miedo al rechazo.
Una mañana, al llegar a clase, el chico tímido se encontró en el cajón de su pupitre una pulsera, hecha a mano. Una pulsera sin nombre y sin razón. Pero él sabía de quien era, sonrió mirándole, siendo esa su única muestra de agradecimiento aparente.
Alguien entonces le pasó un trozo de cuaderno al chico abierto... Donde solo aparecía lo siguente:
El chico estuvo mucho rato mirando la nota, intentando calcular algo, intentado descifrarlo hasta que... Descubrió, por pura casualidad lo que quería decirle, mirando al chico tímido, que rápidamente aparto la mirada ruborizado.
Al terminar la clase quedaron solos de nuevo los dos y el chico abierto escribió los números en la pizarra, en grande. Cogiendo el borrador y borrando la mitad de arriba... Quedando lo siguiente.
Un mensaje oculto. Una amistad prohibida. Un comienzo de una hermosa historia destinada desde que se cruzaron las primeras miradas.
El chico tímido... Yamamoto Yusuke
El chico abierto... Masuda Takahisa
Tu
Yo
Un destino
Un mensaje cifrado
Y una pulsera trenzada.
Es doloroso.
Ver a la persona más importante de tu vida, sufriendo, enfadado, dañado... y no poder hacer nada para ayudarla.
Es doloroso.
Tienes razón. No es bueno que me quede a tu lado cuando estás así, porque puedes acabar diciendo cosas que realmente no sientes.
Pero aún sabiendo esto. ¿Cómo puedo decir que te amo, si te abandono y te dejo solo a la primera de cambio?
Por eso, solo puedo quitarme del medio y esconderme durante unas horas.
Encerrarme en el estudio, aunque llore de impotencia por no poder hacer que te sientas mejor. Aunque no esté en mi mano, aunque no haya sido culpa mía. Yo debería saber hacerte feliz.
Solo puedo mirarte en la distancia, enfadado con el mundo en el jardín, a solas.
A solas como siempre te prometo que no te dejaré nunca.
Soy un mentiroso. No se cumplir mis promesas.
Ni siquiera tengo el valor de decirte todo esto a la cara, aunque se que tu ya lo sabes.
Nunca había querido que vieras lo que me asustaba cuando te enfadas. Tal vez tienes razón y debería haberme alejado antes. Tal vez el miedo es porque yo no se hacerte frente.
Sólo puedo agradecerte que te hayas controlado esta vez por mi.
Que hayas respondido a mis apretones de manos.
A mis muestras de cariño.
Necesito que sepas, que aunque no esté a tu lado en el jardín, aunque no pueda abrazarte, porque aún estoy asustado, estoy aquí.
A apenas unos metros de ti, protegiéndome dentro de unas paredes vacías.
Dejando que pases solo este mal trago.
Pero a pesar de todo...
Te amo, y no habrá nada que pueda cambiar un sentimiento tan fuerte.
Ver a la persona más importante de tu vida, sufriendo, enfadado, dañado... y no poder hacer nada para ayudarla.
Es doloroso.
Tienes razón. No es bueno que me quede a tu lado cuando estás así, porque puedes acabar diciendo cosas que realmente no sientes.
Pero aún sabiendo esto. ¿Cómo puedo decir que te amo, si te abandono y te dejo solo a la primera de cambio?
Por eso, solo puedo quitarme del medio y esconderme durante unas horas.
Encerrarme en el estudio, aunque llore de impotencia por no poder hacer que te sientas mejor. Aunque no esté en mi mano, aunque no haya sido culpa mía. Yo debería saber hacerte feliz.
Solo puedo mirarte en la distancia, enfadado con el mundo en el jardín, a solas.
A solas como siempre te prometo que no te dejaré nunca.
Soy un mentiroso. No se cumplir mis promesas.
Ni siquiera tengo el valor de decirte todo esto a la cara, aunque se que tu ya lo sabes.
Nunca había querido que vieras lo que me asustaba cuando te enfadas. Tal vez tienes razón y debería haberme alejado antes. Tal vez el miedo es porque yo no se hacerte frente.
Sólo puedo agradecerte que te hayas controlado esta vez por mi.
Que hayas respondido a mis apretones de manos.
A mis muestras de cariño.
Necesito que sepas, que aunque no esté a tu lado en el jardín, aunque no pueda abrazarte, porque aún estoy asustado, estoy aquí.
A apenas unos metros de ti, protegiéndome dentro de unas paredes vacías.
Dejando que pases solo este mal trago.
Pero a pesar de todo...
Te amo, y no habrá nada que pueda cambiar un sentimiento tan fuerte.
Creo que debo ser la persona más extraña del mundo. Lucho por tu felicidad, incluso ayudándote a arreglar cosas que a mi me perjudican. Soy incapaz de ser egoísta tras entender tus sentimientos, pero chocan contra los míos de celos y envidia.
Me alegro muchísimo de que por fin lo hayáis hablando. Me alegro muchísimo que tus pesadillas hayan desaparecido. Me alegra muchísimo que estés bien. Ya no hará falta que nos vayamos lejos para que deje de hacerte daño pensar en él. Ya no hará falta que vele tus sueños cada noche hasta caer de cansancio por si vuelves a tener pesadillas.
Por otra parte... Siento como si yo no estuviera bien. Estoy confuso. Tú eres feliz, sin embargo siento como si me hubiera dando una paliza a mi mismo. Como si algo no estuviera bien.
Al fin y al cabo, aunque intente disimularlo o fingir que no me importa, me sigue afectando todo esto.
Siento no poder decírtelo directamente, no quiero hacerte daño.
Escuché que os casaríais en Enero. Me alegro por ti... Pero dudo que pueda asistir, dudo que pueda felicitarte ese día y dudo que fuera bueno saberlo.
Solo puedo decirte que sigue siendo así de feliz, yo seguiré apoyándote siempre, seguiré amándote siempre y seguiré estando a tu lado, incluso en tus pesadillas más oscuras.
Tu le tienes miedo a la oscuridad... Yo soy incapaz de ver en la oscuridad...
Yo quizás empiezo a tenerle miedo a la luz...
Me alegro muchísimo de que por fin lo hayáis hablando. Me alegro muchísimo que tus pesadillas hayan desaparecido. Me alegra muchísimo que estés bien. Ya no hará falta que nos vayamos lejos para que deje de hacerte daño pensar en él. Ya no hará falta que vele tus sueños cada noche hasta caer de cansancio por si vuelves a tener pesadillas.
Por otra parte... Siento como si yo no estuviera bien. Estoy confuso. Tú eres feliz, sin embargo siento como si me hubiera dando una paliza a mi mismo. Como si algo no estuviera bien.
Al fin y al cabo, aunque intente disimularlo o fingir que no me importa, me sigue afectando todo esto.
Siento no poder decírtelo directamente, no quiero hacerte daño.
Escuché que os casaríais en Enero. Me alegro por ti... Pero dudo que pueda asistir, dudo que pueda felicitarte ese día y dudo que fuera bueno saberlo.
Solo puedo decirte que sigue siendo así de feliz, yo seguiré apoyándote siempre, seguiré amándote siempre y seguiré estando a tu lado, incluso en tus pesadillas más oscuras.
Tu le tienes miedo a la oscuridad... Yo soy incapaz de ver en la oscuridad...
Yo quizás empiezo a tenerle miedo a la luz...
La oscuridad me envolvía. Mirara donde mirara solo podía encontrar oscuridad. Esta vez, no eran recuerdos pasados, solo palabras. Me movía por todo el espacio que había a mi alrededor, completamente a oscuras. Pero por más que buscara, y me asustara, no encontraba de donde provenían las voces. Solo sentía un enorme vacío bajo mis pies.
Y entonces... frío. Era como si estuviera completamente desnudo en mitad de una horrible tormenta.
A pesar de no escuchar un solo soplo de viento, el frío me calaba hasta los huesos.
Me encogía sobre mí mismo, me abrazaba las rodillas y escondía el rostro entre ellas. Temblaba. Me dolía el pecho.
Gritaba tu nombre, pero no respondías.
Y así fue como de pronto, alarmado, abrí los ojos completamente desorientado en nuestra propia habitación.
Ha sido contradictorio. Aunque en la pesadilla moría de frío, en la realidad estaba empapado en sudor.
Entonces noté la presión de tu mano en la mía. Me giré. Allí estabas tú, durmiendo tranquilo, sumido en un sueño que parecía prometer la felicidad eterna. Cómo me hubiera gustado poder estar contigo en ese sueño.
Sin embargo, aunque era imposible, el hecho de que estuvieras a mi lado, sin darme la espalda, me calmó.
Me refugié en tu pecho, y noté como tu calor volvía a hacer que el ritmo del mío se volviera normal poco a poco...
Aunque intenté volver a conciliar el sueño, me resultó imposible... el miedo de perderme de nuevo en esa oscuridad que tanto me aterraba me lo impedía.
Lo único que fui capaz de hacer, fue encender la lámpara de las estrellas, e imaginar que la oscuridad, realmente estaba llena de pequeños pedacitos de luz.
Creo que estoy empezando a tener miedo de la noche...
Y entonces... frío. Era como si estuviera completamente desnudo en mitad de una horrible tormenta.
A pesar de no escuchar un solo soplo de viento, el frío me calaba hasta los huesos.
Me encogía sobre mí mismo, me abrazaba las rodillas y escondía el rostro entre ellas. Temblaba. Me dolía el pecho.
Gritaba tu nombre, pero no respondías.
Y así fue como de pronto, alarmado, abrí los ojos completamente desorientado en nuestra propia habitación.
Ha sido contradictorio. Aunque en la pesadilla moría de frío, en la realidad estaba empapado en sudor.
Entonces noté la presión de tu mano en la mía. Me giré. Allí estabas tú, durmiendo tranquilo, sumido en un sueño que parecía prometer la felicidad eterna. Cómo me hubiera gustado poder estar contigo en ese sueño.
Sin embargo, aunque era imposible, el hecho de que estuvieras a mi lado, sin darme la espalda, me calmó.
Me refugié en tu pecho, y noté como tu calor volvía a hacer que el ritmo del mío se volviera normal poco a poco...
Aunque intenté volver a conciliar el sueño, me resultó imposible... el miedo de perderme de nuevo en esa oscuridad que tanto me aterraba me lo impedía.
Lo único que fui capaz de hacer, fue encender la lámpara de las estrellas, e imaginar que la oscuridad, realmente estaba llena de pequeños pedacitos de luz.
Creo que estoy empezando a tener miedo de la noche...
Ante todo, muchísimas gracias por el día de ayer.
Llevaba un día horrible, un no parar, un agobio que más de una vez tenía ganas de apartarme de todo el trabajo y echarme a llorar, no podía más y estaba deseando llegar a casa.
Ayer yo no estaba bien... Aunque intenté disimularlo, pero vi que notaste que necesitaba tu cariño y tus mimos. Muchas gracias por ello, realmente me animó, muchísimo de verdad que lo hizo. Muchísimas gracias, Yuu.
Estuvimos hablando, haciendo el tonto, como siempre hacemos, pero tu tenías que madrugar, además habías madrugado casi tanto como yo, así que estabas cansado.
Te canté, todo lo dulce que que mi voz me permitía, consiguiendo al fin hacerte dormir...
Te miré dormir durante bastante tiempo, pero yo no conseguía dormir. Me dieron las 2... las 3... Y un destello entró por la ventana. ¡Había tormenta! Tras el trueno miré si te había despertado. Realmente fue un gran estruendo y me levanté, buscando que no hubiera ninguna puerta ni ventana abierta. Que todos estuvieran dentro de casa.
Esto es lo que vi cuando llegué a la puerta del jardín.
Llevaba un día horrible, un no parar, un agobio que más de una vez tenía ganas de apartarme de todo el trabajo y echarme a llorar, no podía más y estaba deseando llegar a casa.
Ayer yo no estaba bien... Aunque intenté disimularlo, pero vi que notaste que necesitaba tu cariño y tus mimos. Muchas gracias por ello, realmente me animó, muchísimo de verdad que lo hizo. Muchísimas gracias, Yuu.
Estuvimos hablando, haciendo el tonto, como siempre hacemos, pero tu tenías que madrugar, además habías madrugado casi tanto como yo, así que estabas cansado.
Te canté, todo lo dulce que que mi voz me permitía, consiguiendo al fin hacerte dormir...
Te miré dormir durante bastante tiempo, pero yo no conseguía dormir. Me dieron las 2... las 3... Y un destello entró por la ventana. ¡Había tormenta! Tras el trueno miré si te había despertado. Realmente fue un gran estruendo y me levanté, buscando que no hubiera ninguna puerta ni ventana abierta. Que todos estuvieran dentro de casa.
Esto es lo que vi cuando llegué a la puerta del jardín.
Realmente estaba lloviendo muchísimo, y de pronto caí... ¿Dónde está Hoshi?
La estuve buscando por todas partes, asustado al no encontrarla. Entonces le escuché ladrar en el jardín. Rápido salí a buscarla y estaba junto al puff donde nos sentamos horas antes a hablar, en nuestro rincón del jardín, empapada.
La llevé adentro y la envolví con una toalla. Estornudó. Creo que se ha resfriado... Gomen nasai.
Me dí una ducha rapida, intentando no hacer demasiado ruido y volví a tu lado, intenté que no notaras mi pelo mojado, pero... No se si dormido o despierto, me abrazaste fuerte y me dijiste "baka" con voz adormilada.
¿Estabas dormido? Espero no haberte despertado...
Pasé la mañana en la agencia, aunque esta vez no estuve trabajando a pesar de lo que te dije. No me avisaron por ninguna reunión ni para firmar ningún contrato.
Pero necesitaba un lugar tranquilo para preparar le cena de la noche.
Pero necesitaba un lugar tranquilo para preparar le cena de la noche.
Cuando llegué a casa, tu estabas en la habitación oculta del estudio, poniéndote guapo.
Creo que nunca antes te lo dije, pero me gusta cuando te arreglas para mi, te pones mis cremas, mis colonias.
¿Sabes? Tienes razón, el perfume de una colonia es diferente dependiendo de la persona que se la ponga.
Mi olor favorito, es el de tu piel.
Huele a hogar, a dulzura y a cariño. Y si, no importa el champú que te pongas, porque ese olor, tu olor, el que te caracteriza, es más fuerte que ninguno, y me atrae irremediablemente.
Siento no haber preparado un lugar realmente especial para pasar nuestro aniversario.
Pero hacía tiempo que no visitábamos nuestra colina y ella nos echaba de menos.
Aunque los dos estuvimos estos días ocupados y no pudimos regalarnos grandes cosas. Yo no pude evitar comprar un ramo de girasoles para ti, ni tu hacer una tarta preciosa para comerla juntos.
La tarde en el spa fue realmente entretenida. No esperaba que dieras tan bien los masajes en la espalda. ¡Me sorprendiste Takahisa!.
A veces me da miedo, que por culpa de lo fácil que me excito con tus caricias y tus besos, te canses de mi. Pero te prometo que no lo hago adrede. No se que es, no se que me pasa, no se porqué no puedo contenerme. A veces no me gusta...
Pero después, no pude evitar ser yo quien te acariciara, a pesar de los riesgos que eso conllevara para mi. Fue una experiencia agradable y relajante.
Gracias por mostrarme ese lugar.
Más tarde, cuando llegamos a la colina y te mostré lo que había cocinado durante toda la mañana, parecías realmente feliz. Aunque yo creo que podría haberlo hecho mucho mejor, cada plato lo intenté un par de veces. Estaba bastante nervioso y o me equivocaba con las medidas o me pasaba de tiempo de cocción o... Bueno, ya sabes lo negado que soy para estas cosas.
Pese a todo, el menú no fue demasiado complicado.
La sopa de estrellas.
El postre
y las galletas.
Pero sin duda, lo más hermoso de todo, fue tu cara bajo la luz de la luna, iluminada por esta y las estrellas. Sonriendo realmente feliz al ver mi regalo tan simple. Una sencilla lámpara que crea estrellas para ti.
No es nada caro, no es nada de última moda, ni extravagante. No se come, no puedes estar orgulloso de ello en el trabajo... pero únicamente me conformo con que ilumine tus noches oscuras, y te ayude, a no temer mirar a las estrellas de nuevo, nunca más.
Feliz aniversario doble Takahisa.
Yamamoto Yusuke.
Dicen que cuando alguien que realmente está unido a ti siente dolor, tu tienes la sensación de que algo va mal.
Dicen que cuando esa persona oculta algo eres capaz de verlo.
En nuestro caso tenemos un idiota diferente, que solo nosotros conocemos, que solo nosotros hablamos. Nuestros ojos y nuestro corazón expresa lo que no pueden nuestras palabras.
Desde hace unos días escucho los latidos de tu corazón. Son diferentes, sutilmente diferentes a los días en los que estas bien. Decidí preguntarte. Dijiste que no era nada, que no pasaba nada y entonces fueron tus ojos los que me confirmaron que algo ocultabas.
No quiero preguntarte, se que algo escondes, pero no quiero preguntarte. Sé que si algo malo te ocurriera lo sabré, se que me lo dirás, no importa de qué forma, aunque no lo expreses con palabras.
Mi misión aquí es velar tu felicidad, mantener tu sonrisa, cueste lo que cueste, aunque tenga que sacrificar todo lo demás. Esta es mi misión en la vida.
Sea lo que sea lo que te ocurre espero que se arregle, sea lo que sea espero que no sea grave. Sea lo que sea no dejaré que se lleve tu sonrisa, no consentiré eso. Le advierto a esa persona que hace que tu corazón cojée al andar que no consentiré que se lleve tu sonrisa y se quede tan tranquilo... Sea quien sea, haga lo que haga.
Porque tu corazón es nuestro idioma, es nuestra manera de comunicarnos en el silencio de la oscuridad, nuestro más sincero aliado y compañero...
Aunque sonría y guarde silencio... Sigo siendo la persona a la que jamás podrás ocultarle nada. Esa persona que conoce todo de ti.
Aunque a veces olvide si te gusta más la pizza carbonara o barbacoa.
Solo estoy bromeando. Ne?
Dicen que cuando esa persona oculta algo eres capaz de verlo.
En nuestro caso tenemos un idiota diferente, que solo nosotros conocemos, que solo nosotros hablamos. Nuestros ojos y nuestro corazón expresa lo que no pueden nuestras palabras.
Desde hace unos días escucho los latidos de tu corazón. Son diferentes, sutilmente diferentes a los días en los que estas bien. Decidí preguntarte. Dijiste que no era nada, que no pasaba nada y entonces fueron tus ojos los que me confirmaron que algo ocultabas.
No quiero preguntarte, se que algo escondes, pero no quiero preguntarte. Sé que si algo malo te ocurriera lo sabré, se que me lo dirás, no importa de qué forma, aunque no lo expreses con palabras.
Mi misión aquí es velar tu felicidad, mantener tu sonrisa, cueste lo que cueste, aunque tenga que sacrificar todo lo demás. Esta es mi misión en la vida.
Sea lo que sea lo que te ocurre espero que se arregle, sea lo que sea espero que no sea grave. Sea lo que sea no dejaré que se lleve tu sonrisa, no consentiré eso. Le advierto a esa persona que hace que tu corazón cojée al andar que no consentiré que se lleve tu sonrisa y se quede tan tranquilo... Sea quien sea, haga lo que haga.
Porque tu corazón es nuestro idioma, es nuestra manera de comunicarnos en el silencio de la oscuridad, nuestro más sincero aliado y compañero...
Aunque sonría y guarde silencio... Sigo siendo la persona a la que jamás podrás ocultarle nada. Esa persona que conoce todo de ti.
Aunque a veces olvide si te gusta más la pizza carbonara o barbacoa.
Solo estoy bromeando. Ne?
Una vez más tú estabas a mi lado.
Se podría decir que uno de los momentos que más me gustan del día, es la hora de despertarse.
Amo el invierno.
Los dos dormimos abrazamos, refugiándonos el uno en el calor del otro. Tu respiración en mi pecho, mis labios en tu frente. Nuestras manos entrelazadas, nuestras piernas enredadas bajo las mantas.
Un lugar solo para nosotros.
Lo adoro.
Te desperté para ver si aún dormías, ya era por la tarde, la 1.
Abriste los ojos, pero volviste a caer dormido. Y yo, por más que lo intenté, aunque quería hacer tiempo hasta que despertaras, contestando e-mails en la web, leyendo, no era capaz de despegar los ojos de ti.
Mantenías los labios entreabiertos, y tu cuerpo cubierto. Aún así, estabas intranquilo, hasta que yo, llamado a ti como si de un imán se tratara, me refugié de nuevo a tu lado, en la cama.
De pronto pareció que te calmabas, que habías encontrado la pieza que necesitabas para seguir con tu mágico sueño.
Anoche te preocupaste por la comparación que hice, te imaginaste sin poder comer gyozas durante todo un mes, solo en contadas ocasiones. Y entonces tu sonrisa se esfumó.
Esta mañana, ha sido una de las mejores de los últimos meses.
Supongo que no tengo remedio, me gusta aprovecharme de tu cuerpo mientras descansa, marcarte con mi olor, con mi saliva.
No hay una sola parte de tu cuerpo que no me produzca placer al acariciarla. Eres demasiado perfecto.
Esta vez, me prometí no disfrutar solo. Te quería a mi lado, despierto.
Pensé que te negarías una vez más, que estarías satisfecho con mis caricias, pero me pediste más.
Me provocaste. Te gusta que te demuestre mi fuerza, mi pasión.
Pero tu lengua es realmente placentera, tu saliva es dulce, y me enloquece.
No había otro final posible para esta mañana: Yo acabé dentro de ti, tus glúteos pegados a mis caderas. Mis labios en tu espalda, nuestras manos entrelazadas. Te susurraba tú nombre en el oído, disfrutábamos juntos.
Tienes que saberlo, soy adicto a perderme entre las sábanas contigo.
Se podría decir que uno de los momentos que más me gustan del día, es la hora de despertarse.
Amo el invierno.
Los dos dormimos abrazamos, refugiándonos el uno en el calor del otro. Tu respiración en mi pecho, mis labios en tu frente. Nuestras manos entrelazadas, nuestras piernas enredadas bajo las mantas.
Un lugar solo para nosotros.
Lo adoro.
Te desperté para ver si aún dormías, ya era por la tarde, la 1.
Abriste los ojos, pero volviste a caer dormido. Y yo, por más que lo intenté, aunque quería hacer tiempo hasta que despertaras, contestando e-mails en la web, leyendo, no era capaz de despegar los ojos de ti.
Mantenías los labios entreabiertos, y tu cuerpo cubierto. Aún así, estabas intranquilo, hasta que yo, llamado a ti como si de un imán se tratara, me refugié de nuevo a tu lado, en la cama.
De pronto pareció que te calmabas, que habías encontrado la pieza que necesitabas para seguir con tu mágico sueño.
Anoche te preocupaste por la comparación que hice, te imaginaste sin poder comer gyozas durante todo un mes, solo en contadas ocasiones. Y entonces tu sonrisa se esfumó.
Esta mañana, ha sido una de las mejores de los últimos meses.
Supongo que no tengo remedio, me gusta aprovecharme de tu cuerpo mientras descansa, marcarte con mi olor, con mi saliva.
No hay una sola parte de tu cuerpo que no me produzca placer al acariciarla. Eres demasiado perfecto.
Esta vez, me prometí no disfrutar solo. Te quería a mi lado, despierto.
Pensé que te negarías una vez más, que estarías satisfecho con mis caricias, pero me pediste más.
Me provocaste. Te gusta que te demuestre mi fuerza, mi pasión.
Pero tu lengua es realmente placentera, tu saliva es dulce, y me enloquece.
No había otro final posible para esta mañana: Yo acabé dentro de ti, tus glúteos pegados a mis caderas. Mis labios en tu espalda, nuestras manos entrelazadas. Te susurraba tú nombre en el oído, disfrutábamos juntos.
Tienes que saberlo, soy adicto a perderme entre las sábanas contigo.
Hoy sabes que he tenido un día duro. He tenido un día agotador. Pero también he tenido un día hermoso.
En el trabajo vimos una película, te lo comenté y te conté de qué iba y porqué me sentía tan afortunado.
Afortunado de tenerte a mi lado. De tener una persona maravillosa a mi lado. De tenerte a ti. Sólo a ti.
Estuve todo el día añoñado, madaleno, "idiota" como me dices tu.
"Que idiota que estás"
Reíste.
Me gusta los días donde nos echamos en la cama y hacemos el idiota. Decimos tonterías. Recordamos cosas.
Pero estaba realmente agotado, y con tus caricias caí rendido a tus pies, durmiéndome. Noté como me mirabas mientras dormía.
La sorpresa fue al despertar y ver el pequeño frasco que me dejaste en la ventana, un frasco de cristal en forma de estrella. Un frasco relleno de pequeñas estrellas... Con una nota:
"Algún día, te prometo reunir todas las estrellas del firmamento y entregártelas a ti, mi estrella. Te amo"
Yuu... Que idiota que estas.
En el trabajo vimos una película, te lo comenté y te conté de qué iba y porqué me sentía tan afortunado.
Afortunado de tenerte a mi lado. De tener una persona maravillosa a mi lado. De tenerte a ti. Sólo a ti.
Estuve todo el día añoñado, madaleno, "idiota" como me dices tu.
"Que idiota que estás"
Reíste.
Me gusta los días donde nos echamos en la cama y hacemos el idiota. Decimos tonterías. Recordamos cosas.
Pero estaba realmente agotado, y con tus caricias caí rendido a tus pies, durmiéndome. Noté como me mirabas mientras dormía.
La sorpresa fue al despertar y ver el pequeño frasco que me dejaste en la ventana, un frasco de cristal en forma de estrella. Un frasco relleno de pequeñas estrellas... Con una nota:
"Algún día, te prometo reunir todas las estrellas del firmamento y entregártelas a ti, mi estrella. Te amo"
Yuu... Que idiota que estas.
Ayer, cuando llegaste del trabajo, tenías dos sorpresas para mi.
Me habías traído tu copia del nuevo single, para que la tuviera antes que cualquier otra persona.
¡Estaba tan emocionado! Dijiste que no te gustaba Pokopon, pero yo creo que es una canción muy animada, seguro que a los niños también les gusta.
Pero tú nunca dejas las sorpresas a medias, ¿verdad? Todavía querías verme más feliz.
No puedo creer que hayas aceptado tener a un perro en casa por mi, sabiendo lo poco que te gustan.
Cuando salí al jardín, sobre el tatami había una cesta con Hoshi dentro... estaba durmiendo, con su collar con estrellas pequeñitas, como ella, y su placa con el nombre.
Seguro que pronto crecerá y necesitará todo el espacio que tiene en la caseta/templo(???).
Hontou arigatou Takahisa! me has hecho realmente feliz.
No fue una noche realmente especial.
No ha sido una noche alegre.
De nuevo el cajón de nuestro armario se desmontó.
La historia es la siguiente:
Nuestras anécdotas y recuerdos se almacenan en un enorme armario. Un armario imaginario lleno de cientos de miles de cajones, en cada cual hay una razón, un recuerdo o un deseo en conjunto. Nuestro. De los dos.
Pero como en todos los armarios siempre hay un cajón que cojea, que no cierra bien y destaca entre todos.
Ese cajón lo llamamos "orgullo". Y desde nuestro comienzo está así. Aunque lo hemos intentado arreglar miles de veces, si viene mal de fábrica volverá a desmontarse una y otra vez con el tiempo.
Te dije que había tirado el orgullo, pero... No es fácil tirarlo todo de una vez. Por ello anoche volvió a desmontarse el cajón. Por el tema de siempre, por la razón de siempre.
Por el deseo de siempre.
Y por mucho que intentamos arreglarlo, todo anoche fue a peor. Hasta el punto en que ambos, idiotas, no conseguimos conciliar el sueño.
Por la mañana, por todo lo que ocurrió esa noche, no tenía ningún tipo de animo, aunque mis compañeros me mandaran, por fin, nuestra nueva canción terminada, lo de anoche aún tenía raptada mi sonrisa. Y no las puedo fingir.
Lo siento. Sé que es culpa mía. Volveré a intentar arreglar el cajón... Por septuagésimo cuarta vez. Lo siento... De verdad...
Espero al menos que las galletas estén buenas...
No ha sido una noche alegre.
De nuevo el cajón de nuestro armario se desmontó.
La historia es la siguiente:
Nuestras anécdotas y recuerdos se almacenan en un enorme armario. Un armario imaginario lleno de cientos de miles de cajones, en cada cual hay una razón, un recuerdo o un deseo en conjunto. Nuestro. De los dos.
Pero como en todos los armarios siempre hay un cajón que cojea, que no cierra bien y destaca entre todos.
Ese cajón lo llamamos "orgullo". Y desde nuestro comienzo está así. Aunque lo hemos intentado arreglar miles de veces, si viene mal de fábrica volverá a desmontarse una y otra vez con el tiempo.
Te dije que había tirado el orgullo, pero... No es fácil tirarlo todo de una vez. Por ello anoche volvió a desmontarse el cajón. Por el tema de siempre, por la razón de siempre.
Por el deseo de siempre.
Y por mucho que intentamos arreglarlo, todo anoche fue a peor. Hasta el punto en que ambos, idiotas, no conseguimos conciliar el sueño.
Por la mañana, por todo lo que ocurrió esa noche, no tenía ningún tipo de animo, aunque mis compañeros me mandaran, por fin, nuestra nueva canción terminada, lo de anoche aún tenía raptada mi sonrisa. Y no las puedo fingir.
Lo siento. Sé que es culpa mía. Volveré a intentar arreglar el cajón... Por septuagésimo cuarta vez. Lo siento... De verdad...
Espero al menos que las galletas estén buenas...
Quería darte una sorpresa, quería que comprendieras hasta el extremo que eres importante para mí.
No puedo mentirte, me alegré de que hoy tuvieras que trabajar hasta tarde.
Si la otra noche no pude dormir, fue porque estaba nervioso. Tampoco es que esta haya descansado demasiado. Pero no esperaba que te dieras cuenta de eso... es increíble lo observador que puedes llegar a ser.
Esta mañana, cuando tuve que ir a tatuarme tu nombre en la muñeca, estaba realmente asustado. Sabes la fobia que le tengo a las agujas(?).
Pero creo que no ha quedado mal del todo. Espero que puedas darme tu opinión cuando lo veas.
PD: Estaré esperando ilusionado que regreses a casa, todo es más triste si tú no estás.
Espero que te encuentres mejor que ayer... y que mis cuidado por la noche, hayan tenido efecto.
PD: Estaré esperando ilusionado que regreses a casa, todo es más triste si tú no estás.
Espero que te encuentres mejor que ayer... y que mis cuidado por la noche, hayan tenido efecto.
*Le deja la pequeña nota y la foto, metidas ambas en un sobre color azul claro, sobre la mesa del comedor*
Esta mañana, cuando tuve que levantarme a las 9 para ir a la agencia, dejándote solo en la casa, no tenía ningunas ganas.
Habría dado lo que fuera por poder quedarme en el futon, junto a ti un poquito más, pero me bombardearon a mensajes y llamadas, y no quería que te despertaran, así que no tuve más remedio que ir.
Menos mal que regresé pronto!
Al volver, me esperabas de nuevo vestido con ropa tradicional. No dije nada, no quiero que pienses que soy un pesado, siempre te he repetido lo mismo... Pero estabas tan guapo... te veías tan varonil así.
Más tarde, me di cuenta de que estabas raro, ya en ese momento lo noté, aunque te empeñaste en negarlo, oe. Nunca me cuentas estas cosas y acabo preocupado aunque te empeñas en que no lo haga.
Pensé, que habrías estado ocupado, disfrutando del buen día que había amanecido, así que compré la comida. Hacía mucho que ni te compraba gyozas... ni té. Y entonces me dijiste que te cuidaba mucho... baka, no me digas esas cosas, sabes que no son ciertas, nunca te cuido demasiado.
Después de comer, aunque no parecía que hubiera mejorado tu ánimo, quisiste que saliéramos a dar una vuelta, y yo no puedo negarte nada, así que solo podía seguirte.
Hablamos sobre esa perrita tan mona que salió con vosotros en una sesión de fotos, y tú dijiste que estás dispuesto a darmela, aunque realmente los perros no te gustan mucho, ¿verdad?.
Estas cosas tan tontas significan mucho para mi...
Tarde o temprano tenía que pasar... y no tardaste en quedarte dormido. ¡Aunque te costó! y yo sufrí las consecuencias(?).
No pudimos disfrutar de los farolillos que con tanto cuidado y mesura preparaste, pero yo los recogí, por si llovía esta noche y se estropeaban, no quería que eso pasara. Así que en cuanto el cielo empezó a nublarse un poco mientras dormías, me aseguré de ponerlos a buen cuidado.
Mañana antes de que hayas despertado, si no llueve, volverán a estar en el mismo sitio.
Descansa mi amor, yo cuidaré de ti.
PD: No podía quedarme con las ganas, necesitaba enseñarte los dos peluches que me compré esta mañana y que quiero unir a mi colección en la habitación camuflada de casa(????).
Habría dado lo que fuera por poder quedarme en el futon, junto a ti un poquito más, pero me bombardearon a mensajes y llamadas, y no quería que te despertaran, así que no tuve más remedio que ir.
Menos mal que regresé pronto!
Al volver, me esperabas de nuevo vestido con ropa tradicional. No dije nada, no quiero que pienses que soy un pesado, siempre te he repetido lo mismo... Pero estabas tan guapo... te veías tan varonil así.
Más tarde, me di cuenta de que estabas raro, ya en ese momento lo noté, aunque te empeñaste en negarlo, oe. Nunca me cuentas estas cosas y acabo preocupado aunque te empeñas en que no lo haga.
Pensé, que habrías estado ocupado, disfrutando del buen día que había amanecido, así que compré la comida. Hacía mucho que ni te compraba gyozas... ni té. Y entonces me dijiste que te cuidaba mucho... baka, no me digas esas cosas, sabes que no son ciertas, nunca te cuido demasiado.
Después de comer, aunque no parecía que hubiera mejorado tu ánimo, quisiste que saliéramos a dar una vuelta, y yo no puedo negarte nada, así que solo podía seguirte.
Hablamos sobre esa perrita tan mona que salió con vosotros en una sesión de fotos, y tú dijiste que estás dispuesto a darmela, aunque realmente los perros no te gustan mucho, ¿verdad?.
Estas cosas tan tontas significan mucho para mi...
Tarde o temprano tenía que pasar... y no tardaste en quedarte dormido. ¡Aunque te costó! y yo sufrí las consecuencias(?).
No pudimos disfrutar de los farolillos que con tanto cuidado y mesura preparaste, pero yo los recogí, por si llovía esta noche y se estropeaban, no quería que eso pasara. Así que en cuanto el cielo empezó a nublarse un poco mientras dormías, me aseguré de ponerlos a buen cuidado.
Mañana antes de que hayas despertado, si no llueve, volverán a estar en el mismo sitio.
Descansa mi amor, yo cuidaré de ti.
PD: No podía quedarme con las ganas, necesitaba enseñarte los dos peluches que me compré esta mañana y que quiero unir a mi colección en la habitación camuflada de casa(????).
El segundo atractivo de la casa a la que hemos ido era su gran lago, lleno de carpas, transparente. No era de extrañar que el dueño de la casa hubiera construido un embarcadero con una pequeña barquilla tan tradicional como la casa en si:
No tardamos en decidir querer dar una pequeña vuelta por el lago montados en ella. Por lo que hoy, que hacía un buen día, decidimos aprovechar la ocasión. No sin antes sorprenderte yo a ti, poniéndome el hakama.
Aun me río cuando te recuerdo la cara de tonto que se te quedó cuando me viste aparecer en la cocina con él puesto!
Preparamos la comida para comernosla en la barca.. Hicimos filetes a tiras empanados y onigiris. Metiéndolos en el bento de madera que había en la casa.
Tras eso nos montamos en la barca y remaste hasta el centro del lago, donde comimos y estuvimos un buen rato charlando hasta que... Hasta que con el tambaleo de la barca... ¡Caí al agua!
Siempre fui muy patoso, tu te asustaste. Idiota, deberías reírte de mi, yo mismo lo hago.
Congelado, intenté disimularlo hasta llegar a casa, a donde volvimos rápido tras mi caida, cambiándome rápidamente de ropa, poniéndome el samue.
Si la noche sigue estando bien seguramente terminemos los fuegos artificiales que traímos... Ah! Encendimos algunos la primera noche... Pero como hacía tanta humedad se apagaban enseguida.
Realmente está siendo un puente bastante especial.
Masuda Takahisa
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