Hoy sabes que he tenido un día duro. He tenido un día agotador. Pero también he tenido un día hermoso.
En el trabajo vimos una película, te lo comenté y te conté de qué iba y porqué me sentía tan afortunado.
Afortunado de tenerte a mi lado. De tener una persona maravillosa a mi lado. De tenerte a ti. Sólo a ti.
Estuve todo el día añoñado, madaleno, "idiota" como me dices tu.
"Que idiota que estás"
Reíste.
Me gusta los días donde nos echamos en la cama y hacemos el idiota. Decimos tonterías. Recordamos cosas.
Pero estaba realmente agotado, y con tus caricias caí rendido a tus pies, durmiéndome. Noté como me mirabas mientras dormía.
La sorpresa fue al despertar y ver el pequeño frasco que me dejaste en la ventana, un frasco de cristal en forma de estrella. Un frasco relleno de pequeñas estrellas... Con una nota:
"Algún día, te prometo reunir todas las estrellas del firmamento y entregártelas a ti, mi estrella. Te amo"
Yuu... Que idiota que estas.
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